Skip to content Skip to footer

Aunque sea tarde, sucede


La experiencia del amor nos da una capacidad renovada para vivir nuestra vida con menos esfuerzo. Pasa a ser menos esforzada, menos competitiva, menos adquisitiva, pues nos abre a lo que de alguna manera todos hemos vislumbrado a través del amor: que nuestra naturaleza esencial es alegre. En el fondo somos seres alegres. Si aprendemos a saborear los dones de la vida y a ver lo que la vida es en realidad, estaremos mejor equipados para vivir con y a través de sus tribulaciones, penas y sufrimientos. Esto es lo que aprendemos suave y lentamente, día a día, mientras meditamos. La meditación nos hace comprender la maravilla de lo ordinario. Nos volvemos menos adictos a la búsqueda de estímulos o distracciones extraordinarios. Empezamos a descubrir en las cosas más ordinarias de la vida diaria que esta radiación de amor de fondo, el poder omnipresente de Dios, está en todas partes y en todo momento.

Después de la meditación: La llegada de la luz de Mark Strand en COLLECTED POEMS (Nueva York: Knopf, 2014), p. 183.

La llegada de la luz
Aunque sea tarde, sucede.
La llegada del amor, la llegada de la luz.
Te despiertas y las velas se encienden solas,
las estrellas se juntan, los sueños se derraman en tus almohadas,
enviando cálidos ramos de aire.
Incluso tan tarde brillan los huesos del cuerpo
y el polvo del mañana se convierte en aliento.

WCCM Colombia © 2024. Todos los derechos reservados.