Ese vistazo distante en los ojos de los sin hogar es un llamado al reconocimiento, aunque a un nivel pueda intentar manipularnos. Si entiendo la parábola del Juicio Final (Mt 25), Jesús está diciendo que su mirada universal se refleja en la nuestra, su invitación a amar más allá de lo que sentimos que es nuestra capacidad. Nuestra respuesta es directa tanto hacia Él como hacia la persona que estamos mirando. «𝘊𝘶𝘢𝘭𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳 𝘤𝘰𝘴𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘪𝘤𝘪𝘴𝘵𝘦 𝘱𝘰𝘳 𝘶𝘯𝘰 𝘥𝘦 𝘮𝘪𝘴 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘰𝘴 𝘰 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢𝘴 𝘢𝘲𝘶𝘪́, 𝘱𝘰𝘳 𝘩𝘶𝘮𝘪𝘭𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘢, 𝘭𝘰 𝘩𝘪𝘤𝘪𝘴𝘵𝘦 𝘱𝘰𝘳 𝘮𝘪́.» La impotencia nos abre a la realidad. En algún momento, nosotros también nos convertimos en los marginados que no tienen derecho a la “acción” o al control frente al poder opresivo de la injusticia.
Boletín WCCM, Octubre 2024, Laurence Freeman OSB