La importancia de meditar en grupo
La gente suele preguntar si es mejor meditar solo o en grupo. De hecho, son como las dos caras de una moneda. La meditación es solitaria en el sentido de que yo no puedo meditar por ti y tú no puedes meditar por mí. Pero las personas pueden y quieren meditar juntas. El grupo de meditación es, por lo tanto, una forma de entrar en la experiencia y el significado más profundos al conectar la experiencia personal con la comunidad. En un grupo, cada persona da y recibe apoyo. Es dando que recibimos”.
En la teología cristiana de la meditación, la experiencia de estar en comunidad -compartiendo el Cuerpo de Cristo- es esencial. Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy en medio de ellos” (Mt 18,20). Por estas razones, los grupos de meditación se forman en todo el mundo de todas las maneras y en todos los lugares.
Aprender a meditar lleva tiempo. La mayoría de la gente empieza, se retira y vuelve a empezar. Por ello, el grupo es un centro de amistad y estabilidad en este proceso. Cada grupo tiene su propia personalidad y pretende ser un oasis de paz y silencio en un mundo agitado, y un lugar de acogida para todos los recién llegados.
Todos los grupos de la WCCM siguen una estructura sencilla diseñada para mantenerse centrados en la experiencia de la meditación en sí misma y para dar acogida a una diversidad de personas:
– Enseñanza sobre la meditación en esta tradición que nos recuerda la simplicidad radical de la práctica
– Periodo de meditación de 20-30 minutos en silencio
– Tiempo para compartir o hacer preguntas