John Main ha sido reconocido mundialmente como uno de los más importantes maestros espirituales de nuestro tiempo. Su influencia continúa expandiéndose. Ha ayudado a muchos cristianos de diferentes tradiciones a comenzar una exploración «en su propia experiencia» de la dimensión contemplativa de su fe. Ha ofrecido un punto de inicio para aquellos que habían abandonado su tradición de fe para buscar fuera una mayor profundidad de fe. Y además ha ayudado a tender sólidos puentes entre la Cristiandad y otras tradiciones de fe.
Las raíces de John Main son irlandesas, aunque él nació en Londres el 21 de enero de 1926. Estudió Derecho en Trinity College, Dublín, y tras su graduación se incorporó al Servicio Diplomático Británico. Eventualmente fue destinado a la oficina del gobernador general en Malasia. Allí llegó a conocer a un monje hindú, Swami Satyananda. De él aprendió a meditar e integró la disciplina del silencio, quietud y simplicidad como parte de su Fe Cristiana y su oración diaria. Cuando regresó a Europa ejerció como Profesor en Derecho Internacional en el Trinity College, continuando su práctica de meditación como parte de su vida espiritual cristiana. En 1958 ingresó en la Orden Benedictina en Ealing Abbey en Londres. Sus superiores le pidieron que abandonara la práctica de la meditación ya que entonces no era considerada como una forma de oración Cristiana.
Siendo Rector del Colegio San Anselm’s Abbey en Washington D.C. en 1969, John Main comenzó a estudiar las raíces de su propia tradición monástica Cristiana. En las Conferencias de Juan Casiano y las enseñanzas de los padres del Desierto, encontró la expresión Cristiana de la misma forma de meditación que aprendió en Oriente. Reconociendo así las enseñanzas, comenzó a practicar la meditación nuevamente.
En 1975 inauguró el primer centro de meditación cristiana en Ealing Abbey en Londres y comenzó lo que sería su gran misión en la búsqueda de servir a Dios y ayudar a los demás. Reconociendo que esta oración del corazón podría guiar la búsqueda de una experiencia espiritual más profunda, recomendó integrar en la práctica cotidiana de la vida Cristiana, dos periodos diarios de meditación. En sus enseñanzas, enfatizó la simplicidad y la universalidad de la práctica de la meditación sin olvidar que se trata de una disciplina.
Aceptó la invitación del Arzobispo de Montreal para establecer un Priorato Benedictino comprometido explícitamente con la práctica y la enseñanza de la Meditación Cristiana. Esto representó una nueva forma de vida benedictina que integraba, por una parte, monjes y laicos y, por otra, la práctica de la meditación con el Oficio Divino y la Santa Misa. A través de la enseñanza de esta tradición, John Main vivió la expansión de su visión de comunidad. El creía que «la meditación crea comunidad». La Comunidad Mundial para la Meditación Cristiana que se extendió gracias a su labor continúa contrastando que la meditación crea comunidad.
Cada año es más evidente que la meditación como un camino de amistad y compasión, crea puentes del espíritu entre personas de distintas creencias, entre ricos y pobres y entre aquellos que sufren conflicto o división. El estrés psicológico y social de la sociedad actual claman un cambio de mente y corazón para generar una respuesta profundamente contemplativa. John Main creía que el ser humano, independientemente de su estilo de vida, es llamado a esta profundidad espiritual y que los cimientos de la civilización descansan en una construcción contemplativa.
La contribución de John Main a la tradición contemplativa moderna es múltiple. Enseñó que la soledad y el silencio de la oración profunda generan comunidad. La contemplación pertenece al corazón de la Iglesia y no a sus fines, y es una dimensión de la vida cristiana que debe ser recuperada, porque así la Iglesia y su vida sacramental se renovarán. Enseñó, desde una teología de la oración, sobre la morada interior del espíritu y de Cristo, lo que abre una nueva posibilidad de oración en nuestra era secular. Las lecturas de John Main, en particular los escritos de San Pablo, ilustran la íntima conexión entre la Sagrada Escritura y la «oración del corazón». La confusión moderna entre la psicología y la espiritualidad se aclara en su enseñanza sobre el autoconocimiento.
Después de su muerte, el monje benedictino Bede Griffiths dijo que «John Main era el guía espiritual más importante de la Iglesia hoy en día». Un seminario anual John Main se celebra en su honor y memoria. La Comunidad Mundial para la Meditación Cristiana, que se desarrolló a partir de su inspiración, tiene su sede en Londres.
John Main, OSB, nació en Londres el 21 de enero de 1926. Murió en Montreal el 30 de diciembre de 1982.