De John Main OSB, El camino de la iluminación en Ahhelo de profundidad y sentido, Ed. Peter Ng (Singapur: Medio Media, 2007), pp. 188-9.
Todos somos conscientes de que hay mucha oscuridad en nuestro mundo. Escuchamos todos los días sobre terribles injusticias, violencia, odio, conflictos y codicia. Vemos esto tanto a nivel personal como global. Todos también somos conscientes de la oscuridad dentro de nosotros mismos...
Cuando comenzamos a meditar, empezamos a entender que no podemos entrar en la experiencia solo con una parte de nuestro ser. Todo lo que somos, la totalidad de nuestro ser, debe estar involucrado... Otra manera de decir esto es que cada parte de nuestro ser debe estar abierta a la luz. Cada parte de nosotros debe entrar en la luz. No meditamos solo para desarrollar nuestro lado o capacidad religiosa. El verdadero hombre o mujer espiritual está en armonía con cada capacidad que posee...
La meditación no es el proceso por el cual intentamos ver la luz. En esta vida, no podemos ver la luz plenamente y continuar viviendo. La meditación es el proceso mediante el cual entramos en la luz, por el cual comenzamos a ver todo, la totalidad de la realidad. Comenzamos a verlo todo por el poder de la luz. Y vemos que, como nos dice Jesús, el poder de la luz es el amor.
La prueba de nuestro progreso en la meditación es cuánto estamos avanzando en ver a todos y todo por la luz de Dios. Ver por la luz del amor nos hace amorosos con todos ellos también. No juzgando, no rechazando, sino viendo a todos y a toda la creación por esta luz que debemos descubrir en nuestros propios corazones.