Somos creados, emergemos. Y a medida que emergemos, que crecemos, que nos desarrollamos, nos volvemos más conscientes de nosotros mismos, de dónde venimos, de qué estamos surgiendo y a qué estamos regresando, o a qué nos sentimos vinculados. No es solo un problema matemático o una cuestión filosófica. Es un viaje existencial que toma tiempo y en el cual cambiamos. Incluso nuestros errores se incorporan al viaje. Nada se desperdicia. Somos quienes somos. No se puede decir que debería haber sido otra persona. Soy quien soy.
La experiencia de ser, Laurence Freeman OSB