Un extracto de John Main OSB, Compromiso con la Simplicidad. MOMENTO DE CRISTO (Nueva York: Continuum, 1998), pp. 26-27.
Se ha dicho que la meditación es el camino hacia la realidad. Primero, es el camino hacia la realidad de nuestro propio ser. Aprendemos a ser. No a ser un rol particular o algo específico, sino simplemente a ser. La mejor manera de describir este estado de ser es decir que estamos en un estado de absoluta simplicidad. No estamos actuando. No estamos tratando de disculparnos por ser quienes somos o cómo somos. Este es un ideal poco familiar para la mayoría de nosotros, ya que hemos sido entrenados para pensar que solo encontramos la verdad en medio de la complejidad. Sin embargo, todos sabemos, en un nivel más profundo, que la verdad se encuentra en la absoluta simplicidad, en la apertura.
La meditación es una forma de romper con un mundo de ilusiones y entrar en la luz pura de la realidad. La gran ilusión en la que la mayoría de nosotros estamos atrapados es creer que somos el centro del mundo y que todo y todos giran a nuestro alrededor. Pero en la meditación aprendemos que esto no es cierto. La verdad es que Dios es el centro, y cada uno de nosotros tiene su ser gracias a Dios.
La meditación es el gran camino de la liberación. Nos libera del pasado y nos abre a la vida en el momento presente. Aprendemos que somos porque Dios es, y que simplemente ser es nuestro mayor regalo.