Hay un dicho sufí que tiene un gran significado para cualquier cristiano: «Estamos en el mercado con nuestras manos llenas de joyas diciendo: ‘Tómalas, son gratis». Pero la gente pasa y no presta atención porque piensa que son falsas.»
Con demasiada frecuencia da la impresión de que las joyas del amor y el perdón de Dios tienen que ser ganados, tienen que ser merecidos. Pues, no. Dios ama a todos y cada uno de nosotros de forma libre e integra. Dios nos perdona libremente, y nos invita a vivir una vida de amor. La invitación está allí, y la energía divina del amor también se nos da libremente para permitirnos amar y perdonar. Jesús convoca a nuestros amigos para que nos ayuden a darnos cuenta de que el amor es nuestro destino.
Para muchos, el ser fieles a la meditación diaria, gradualmente los vuelve más conscientes de que siempre están en Dios. Que Dios es fiel, es digno de confianza y que el verdadero significado de la vida es el amor; tanto si estamos lavando los platos o abordando algún problema enorme o involucrados en lo que sea que estemos haciendo.
Sr. Elizabeth Hillmann RC